Una de las novedades que introduce la nueva Norma ISO 14001:2015 es considerar el impacto ambiental generado por las actividades de la organización en todo el ciclo de vida del producto y/o servicio prestado, abarcando  análisis y evaluación de aspectos ambientales en todas las etapas que pueden estar bajo control o influencia de la organización, incluyendo desde los proveedores de materia prima o auxiliar hasta el uso y tratamiento al finalizar la vida del producto y/o servicio, pasando por los procesos de la organización, transporte, etc…

¿Qué es el análisis de ciclo de vida?

El Análisis de Ciclo de Vida (ACV) es una herramienta
metodológica que sirve para medir el impacto
ambiental de un producto, proceso o sistema a lo
largo de todo su ciclo de vida (desde que se obtienen
las materias primas hasta su fin de vida). Se basa en
la recopilación y análisis de las entradas y salidas del
sistema para obtener unos resultados que muestren
sus impactos ambientales potenciales, con el objetivo
de poder determinar estrategias para la reducción de
los mismos.

El ACV de un producto debería incluir todas las
entradas/salidas de los procesos que participan a lo
largo de su ciclo de vida: la extracción de materias
primas y el procesado de los materiales necesarios
para la manufactura de componentes, el uso del
producto y finalmente su reciclaje y/o la gestión
final. El transporte, almacenaje, distribución y otras
actividades intermedias entre las fases del ciclo de
vida también se incluyen cuando tienen la relevancia
suficiente. A este tipo de ciclo de vida se le denomina
comúnmente “de la cuna a la tumba”. 

Tendremos que tener en cuenta las actividades, productos y servicios que tienen lugar en todos los procesos de la organización, los bienes y servicios adquiridos, y el tratamiento al finalizar la vida de productos y la prestación de servicios, por ejemplo, diseño, fabricación, transporte, embalaje y uso o disposición final.


¿Que exige la nueva ISO 14001:2015?

La revisión de la Norma exige que se tenga en cuenta el punto de vista del ciclo de vida de los productos o servicios, NO que se realice un análisis de ciclo de vida pormenorizado para realizar la evaluación de impactos.

Simplemente es amplificar un poco el enfoque realizado tanto en la identificación como en la evaluación de los aspectos/impactos. Bastaría con tener en cuenta cuestiones tales como:

¿Como llegan las materias primas / productos a nuestra organización? ¿Proveedores locales o no? ¿Influye esto en el consumo energético? ¿Que tipo de electricidad consumimos? ¿Que tipo de materias primas? ¿peligrosas? ¿Se pueden sustituir por otras menos lesivas?

¿Que destino tienen nuestros residuos? ¿ y el de nuestro producto? ¿ Podemos diseñar el producto con componentes menos lesivos y por ende generar a nuestros clientes residuos menos peligrosos? ¿se puede generar el producto con menos materia prima y con ello consumir menos recursos y generar a nuestro cliente menos residuos? ¿Como/en que medio de transporte acuden los clientes a recibir nuestro servicio?

¿Cómo se distribuye el producto o servicio? ¿Que durabilidad tiene? ¿Que tipo de mantenimiento requiere el producto? ¿implica el uso de productos peligrosos? ¿El servicio se presta con materiales que han de ser reciclados o eliminados?

En base a las preguntas correctas, cada empresa puede «montar» / re-diseñar el procedimiento de identificación y evaluación de aspectos/impactos en base al análisis de ciclo de vida, ampliando el enfoque realizado hasta ahora (de puertas para adentro) y utilizando criterios con un enfoque de la cuna a la tumba.