La Comisión Europea ha presentado en su
sede de Madrid ‘Dibbiopack’, un proyecto de I+D en el que han participado
durante los últimos cuatro años un total de 19 socios de diez países y que ha
contado con un presupuesto de un total de 7.745.570 euros, de los que la
Comisión Europea ha aportado 5.702.632, según informa el organismo.
El eje
central de ‘Dibbiopack’ es el desarrollo de envases inteligentes, que tendrán
funcionalidades para conservar mejor los productos y a la vez informar a los
consumidores del estado de lo que hay en su interior, y multifuncionales, a
partir de biopolímeros y con la vista puesta en tres sectores clave como son el
farmacéutico, el cosmético y el alimentario.
Durante cuatro años, entidades e
industrias de toda Europa han abordado conjuntamente la formulación y
fabricación de materiales y envases inteligentes (botellas para su aplicación
en farmacia, tarros de uso cosmético y bandejas alimentarias) con la intención
de superar los hitos normativos, tecnológicos, de mercado y medioambientales
que plantea el futuro de los bioplásticos.
Dentro de este proyecto se han estado
trabajando en los nanomateriales y productos plásticos biodegradables.
Los nanomateriales dotan a los envases
de bioplástico de propiedades mecánicas y de resistencia semejantes a las que
tienen los de plástico convencional y que además no entran en contacto con los
productos, porque se usan etiquetas biodegradables que separan envase y
contenido y que además llevan agentes antimicrobianos que se liberan cuando
aparece la humedad y frenan la aparición de bacterias.
Los films biodegradables con propiedades
barrera mejoradas y el desarrollo de sensores que cambian de color según el
oxígeno que haya en el interior del envase y que informan sobre el estado del
producto, que además puede leerse sin necesidad de contacto y gracias a la
antena RFID integrada en un móvil o tablet, haciendo más fácil el registro de
la información y la trazabilidad.
Este tipo de envases tendrán un
potencial impacto positivo en el medio ambiente ya que:
  • se utilizarán materiales
    precedentes de fuentes renovables, pensando en su sostenibilidad y en la
    economía circular, disminuyendo el consumo de energía y el uso de material
    mediante el uso de procesos de fabricación más eficientes y teniendo en
    cuenta el ecodiseño en todo momento.
  • Se potenciará los materiales
    bidegradables minimizando la posibilidad de ocupación de vertederos.
  • Aumentará la vida util de con
    los continentes y el contenido minimizando la producción de residuos y la
    necesidad de producir nuevos, minimizando así el consumo energético y de
    materiales.
El proyecto contribuye a avanzar en la
‘economía circular’, que busca utilizar los recursos de modo más sostenible. La
Comisión Europea propuso en diciembre de 2015 un ambicioso paquete de medidas
sobre la ‘economía circular’ para ayudar a las empresas y los consumidores
europeos en la transición a una economía más eficiente.
Las acciones propuestas contribuirán a
‘cerrar el círculo’ de los ciclos de vida de los productos a través de un mayor
reciclado y reutilización, y aportarán beneficios tanto al medio ambiente como
a la economía. Estos planes extraerán el máximo valor y uso de todas las
materias primas, productos y residuos, fomentando el ahorro energético y
reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. Las propuestas
abarcan la totalidad del ciclo de vida: de la producción y el consumo a la
gestión de residuos y el mercado de materias primas secundarias