La normativa Euro 6, ya en vigor, limita drásticamente las emisiones contaminantes. Este año 2015, en Enero, ha entrado en vigor el reglamento Euro 6, que supone una nueva revisión de la normativa europea para el control de emisiones contaminantes para vehículos.

Desde que la norma Euro 1 fuese introducida por la Unión Europea en 1993, las emisiones procedentes del tráfico por carretera se han reducido drásticamente. Los avances introducidos en la tecnología del automóvil han hecho posible la reducción de las emisiones contaminantes como el CO2, los óxidos de nitrógeno y otras partículas. Desde 1990, las emisiones de partículas de los motores diésel se han reducido en alrededor de un 99 por ciento, mientras que emiten un 98 por ciento menos de óxidos de nitrógeno que los vehículos comparables de la década de los 90 y, a medida que vaya avanzando la tecnología del vehículo eléctrico, estas emisiones disminuirán aún más.

El reglamento de la Unión Europea se ha actualizado cinco veces desde su aprobación en 1993 y tras cinco revisiones del reglamento, Euro 6 establece límites mucho más estrictos de emisiones para los vehículos en lo referente a partículas y óxidos de nitrógeno. A partir del 1 de septiembre de 2014, los vehículos diésel nuevos ya no pueden emitir más de 80 mg de óxido de nitrógeno por km (los vehículos de gasolina, 60 mg por km), reemplazando así el anterior límite de 180 mg por km y desde Enero de 2015, todos los vehículos nuevos que se vendan en los países miembros de la UE deberán cumplir con los límites Euro 6.
Con el fin de cumplir con los límites inferiores establecidos en la Euro 6, los vehículos diésel con un peso de hasta unos 1.700 kilogramos necesitan un sistema de tratamiento de los gases de escape perfectamente ajustado. En este sentido, un convertidor catalítico de NOx sería suficiente.
Sin embargo, en los vehículos pesados solamente se podrían cumplir las exigencias establecidas mediante la utilización de un catalizador tipo SCR (reducción catalítica selectiva, o más comúnmente “catalizador de urea) Este sistema inyecta AdBlue, una solución de urea inodora, que convierte los óxidos de nitrógeno en vapor de agua y nitrógeno inocuo. La solución AdBlue se rellena a intervalos regulares de servicio.