Normas ISO. Nacimiento y evolución.
Orígenes de la estandarización.
En este primer artículo, desde ASERTEK GESTIÓN queremos dar una visión a nuestros clientes sobre la incidencia que en los últimos años ha tenido a nivel internacional la difusión de las Normas ISO sobre sistemas de gestión y las tendencias futuras hacia una gestión total responsable para con los resultados, las personas y la sociedad.
Un sistema de gestión lo podemos definir como un conjunto interrelacionado de elementos mediante el cual la organización planifica, ejecuta y controla las actividades desarrolladas por y para el producto y la prestación del servicio.
El origen de estos sistemas se remonta a los inicios del siglo pasado, cuando se empezaron a desarrollar sistemas de gestión internos en las empresas para reducir costes en la producción de piezas y componentes, y se empezó a estandarizar determinados de esos componentes en las industrias de automoción, aeronáuticas y militares para facilitar la producción en serie y la intercambiabilidad de las piezas. Ejemplos de estas normas son la Normativa de la OTAN para el aseguramiento de la calidad (AQAP), o las Normas Q101 editadas por Ford.
Con todo, es a mediados de la década de los ochenta cuando el fenómeno, en su inicio íntegramente europeo, empieza a surgir con fuerza: la difusión de las Normas ISO 9000 como basa para implantar sistemas de aseguramiento de la calidad.
En el ámbito actual de una economía global, la estandarización ya no sólo de los productos y sus componentes, si no de los procedimientos de actuación, los diseños y requisitos legales, es algo fundamental para facilitar el intercambio de bienes y propiedad intelectual.
Las empresas más fuertes y capaces de mantener sus costes de no calidad dentro de unos límites admisibles gracias a un control adecuado de sus procesos, serán aquellas que sobrevivan en los actuales tiempos de crisis y constante evolución. Por ello los sistemas de gestión permiten a las empresas un mayor nivel de actividad y confianza, no ya por el reconocimiento de marca por parte de la sociedad y los clientes, sino por la capacidad adquirida de trabajar a “cero fallos” y anticiparse a los errores, y con ello minimizar costes directos e indirectos.
Aparición de las NORMAS ISO.
La génesis de las Normas de Gestión fueron a comienzos del siglo XX, pero no fue hasta mediado de los 80 cuando llegó el gran BOOM de las Normas ISO (International Organization for Standarization), con la aparición de la familia de Normas ISO 9000. Esta familia está referida a los sistemas de aseguramiento de la calidad, y están enfocadas a sistematizar formas de trabajar y procedimientos, y no persiguen el cumplimiento de unos objetivos empresariales concretos, ni la calidad de los productos y servicios prestados. Aunque, se puede asegurar que empresas que controlan sus actividades y mantienen bajo control sus procesos, darán mejor servicio y productos de mejor calidad que las que no sistematizan sus trabajos.
Las mismas han sido revisadas 3 veces, en 1994, 2000 y 2008, incluyendo mejoras inevitables por el devenir de la gestión empresarial, pasando del aseguramiento de la calidad puro y duro, con escaso margen de maniobra en su adopción por parte de las empresas (en los casos de la versión original del año 1987 y de su primera revisión en el año 1994) a una Norma de gestión mucho más flexible y enfocada a los nuevos métodos de gestión empresarial actuales (enfoque a procesos).
Estas Normas fueron muy bien acogidas en Europa, especialmente en Reino Unido y Alemania, y aunque Japón y Estados Unidos fueron reacios a su implantación, poco a poco han ido apreciando las bondades de las mismas y en la última década del siglo XX se incrementó sobremanera su utilización.
Otro hecho importante, y que ha repercutido de manera considerable en la evolución de las Normas de Gestión, es la evolución no ya del mercado, sino del pensamiento y conciencia de los consumidores en sí. Desde el comienzo de este siglo XXI se ha reforzado el paradigma del consumo responsable, y los consumidores ya no sólo demandan productos y servicios de calidad sino, productos y servicios de calidad, medioambientalmente sostenibles y realizados por empresas con responsabilidad social acreditada (baja siniestrabilidad laboral, condiciones laborales adecuadas,…).
Con este cambio de mentalidad, o mejor dicho, con esta evolución natural hacia un consumo responsable, el crecimiento en la certificación de empresas en otro tipo de Normas ISO y especificaciones acreditadas va en aumento. Así las empresas, que desean acreditar un comportamiento ambiental adecuado pueden certificarse bajo la familia ISO 14000, las empresas que desean acreditar ante los consumidores y la administración que se desarrollan sus trabajos de forma segura pueden certificarse bajo la especificación OHSAS 18001. Y si la organización desea demostrar su compromiso hacia la mejora social, económico y ambiental por parte de las empresas, generalmente con el objetivo de mejorar su situación competitiva y valorativa y su valor añadido, se disponen de la familia ISO 26000.
Es importante resaltar que la implantación de este tipo de sistemas, si bien es voluntaria, en diversos sectores se están convirtiendo en requisitos “de facto” para trabajar con la administración o las multinacionales.