Define claramente los objetivos de la auditoría y el alcance de la misma, es decir, qué aspectos de la cadena de suministro se van a evaluar.

Determina los estándares, regulaciones o criterios que se utilizarán como referencia para la auditoría. Pueden incluir normativas de calidad, seguridad, medio ambiente, sostenibilidad, ética, reglamentos internacionales según el país.

Elabora un plan detallado que incluya la programación de las auditorías, los recursos necesarios, el equipo auditor, los procedimientos a seguir, etc.

Recolecta toda la información relevante sobre los proveedores, procesos y productos que serán objeto de la auditoría.

Lleva a cabo la auditoría de acuerdo con el plan establecido, asegurándote de seguir los procedimientos y protocolos definidos.

Analiza los hallazgos de la auditoría para determinar el cumplimiento de los criterios establecidos y la identificación de posibles áreas de mejora.

Comunica los resultados de la auditoría de manera clara y objetiva a todas las partes interesadas, tanto internas como externas.

Implementa acciones correctivas para abordar las deficiencias identificadas durante la auditoría y asegúrate de darles seguimiento para verificar su efectividad.

Utiliza los resultados de las auditorías para mejorar continuamente los procesos y la gestión de la cadena de suministro.