Hace más de una década, la Unión Europea determinó  que a finales del 2020 al menos el 50% de los residuos generados en toda la Unión Europea se destine a la reutilización o al reciclaje. Actualmente, en España estamos en una tasa de reciclaje del 36%. Asimismo, para el 2030 y el 2035 los objetivos de reciclaje se ven incrementados en un 60% y un 65%, por lo que el esfuerzo en nuestro país será mucho mayor ya que partimos de un 14% de déficit.

Para intentar cumplir con estos objetivos está en proceso de aprobación la nueva Ley de Residuos. Esta ley contempla las siguientes medidas:
  • Impuestos al plástico. Gravamen al plástico para reducir los envases de plástico de un solo uso y para penalizar el depósito de los desechos en vertederos en todo el país (en principio se empezará a aplicar dentro de un año).
  • Impulso al reciclaje y reutilización. En 2018, la Comisión Europea recomendó a España que pusiera en marcha un “sistema fiscal armonizado” que grave el vertido y la incineración de los residuos. Actualmente el 50% de los desechos municipales acaban en vertederos sin entrar sistemas de reutilización o reciclado. Se crea un nuevo impuesto estatal que grava el depósito de los desechos en vertederos.
  • Mayor segregación de residuos municipales. Se establece que a partir de julio del 2022 en todos los Ayuntamientos de más de 5.000 habitantes se debe contar con sistemas de recogida separada de la basura orgánica, además de las de papel, metales, plástico y vidrio. Las localidades más pequeñas tendrán de margen hasta 2024. Además, todos los municipios han de tener recogida separada de residuos textiles y de aceites de cocina antes del 31 de diciembre de 2024.
  • Eliminación de plástico de un solo uso. Prohibida la comercialización de utensilios de plástico de un solo uso como pajitas, vasos y platos. A partir de la entrada en vigor de la ley no se podrán comercializar utensilios como los bastoncillos de algodón que contengan plástico, los cubiertos, los platos, las pajitas o los recipientes para bebidas hechos de poliestireno expandido, incluidos sus tapas y tapones.
  • Reducción del uso de microplásticos. Prohibido añadir microplásticos a cosméticos o productos de limpieza (entrará en vigor a fecha de aprobación de la ley). 
  • Limitar el uso de agua embotellada. Obligación a la restauración de ofrecer agua no embotellada gratis a los clientes. Asimismo, las administraciones deben fomentar el consumo de agua no embotellada en sus instalaciones a través de la instalación de fuentes públicas.
  • Impulso a la venta a granel. En las grandes superficies comerciales, antes de finales de 2023 los supermercados de más de 400 metros cuadrados deberán dedicar al menos el 20% de su superficie a la venta de productos sin embalaje. Asimismo, los establecimientos de alimentación que vendan productos frescos y bebidas, así como alimentos cocinados, deberán aceptar el uso de recipientes reutilizables.
  • Retirada del amianto. En el plazo de un año desde la entrada en vigor de la ley, los ayuntamientos deben elaborar un censo de instalaciones y emplazamientos con amianto incluyendo un calendario que planifique su retirada.
  • Destrucción de excedentes. Se prohíbe eliminar los los excedentes no vendidos de productos no perecederos tales como textiles, juguetes o aparatos eléctricos,…dichos excedentes se destinarán en primer lugar a canales de reutilización, incluyendo su donación, y cuando esto no sea posible, a la preparación para la reutilización.