De acuerdo con las Normas Europeas EN 15.614-1 y EN 287-1, la homologación de soldadores es un requisito indispensable para poder trabajar en las distintas actividades del sector metal mecánico: calderería, estructura metálica, industria auxiliar del automóvil, industria de componentes ferroviarios, aeronáutica y construcción naval.

También es obligatorio que los soldadores estén homologados para ejecutar soldaduras en obras de construcción según determina el Documento Básico DB SE-A Seguridad Estructural. Acero, en su Artículo 10.3.2.2 “Los soldadores deben estar certificados por un organismo acreditado y cualificarse de acuerdo con la norma UNE EN 287-1, y si realizan tareas de coordinación del soldeo, tener experiencia previa en el tipo de operación que supervisa.”
La homologación de un soldador, es decir su certificado de cualificación tiene una validez de dos años, siempre que el coordinador de soldeo, o la persona responsable de la empresa, pueda confirmar que el soldador ha estado soldando dentro del rango inicial de cualificación inicial. Este último extremo debe confirmarse cada seis meses mediante la denominada “confirmación de la validez”. Transcurridos esos dos años, el certificado se puede renovar por una persona u organismo examinador, si se cumplen las condiciones establecidas en la norma.